viernes, 3 de julio de 2015

EL DISCURSO POLÍTICO Y SU IMPACTO EN LA SOCIEDAD

En los tiempos actuales, la oratoria en los diferentes actores políticos (candidatos) parece no tener límites. Pareciera ser que en el énfasis de conseguir votos electorales, la transmisión del discurso cobra una transformación relativa de aquello que se quiere escuchar, que en muchos de los casos no suele tener sustentos técnicos.
Tratar de entender este fenómeno nos invita a interpretar la comunicación desde sus elementos, emisor, canal y receptor. Donde uno protagoniza en un conjunto de palabras que desembarcan en diferentes propuestas, las cuales intentan simpatizar en un grupo social. Cuyo grupo social, demanda desde el interés problemático e intenta escuchar la posible solución.
El individualismo político y el entusiasmo de acaparar tal y cual sociedad, lleva al protagonista al despliegue y seducción de un discurso por momento poco creíble, pero viable, parece ser que la sociedad opta y simpatiza por el discurso "menos peor". No siendo así en aquellos discursos que marcan una estructura política constituida en los cimientos de equipos, capaces de ser fundamentados en una estrategia de gobierno futuro.
El discurso elocuente, directo y con rigor, encuadrado en la convicción y la dirección pertinente sin ser rebozada por factores extraordinarios denotan un mayor interés público; alejándose del titubeo, el silencio, el nerviosismo, la vista perdida y la no relación dialéctica que expresan una fuerte duda que generan la improvisación y el egocentrismo de objetivizarse en un interés propio, que nada tiene que ver con el interés común y colectivo.

Por HUGO OJEDA.

















































































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